El presente artículo ofrece una evaluación del proceso de descentralización municipal de la educación chilena desde una perspectiva de eficiencia y equidad. La principal pregunta que se intenta responder es: ¿Ha cumplido la descentralización su promesa de entregar servicios sociales más eficientes en el ámbito productivo y de asignación? Una segunda pregunta importante se relaciona con la dimensión de equidad: ¿Ha sido preservada la equidad en la experiencia de municipalización educacional? La respuesta a la primera pregunta es más bien negativa. Las fallas de eficiencia en los servicios de educación municipalizados —concluye el autor— se originarían en restricciones a la elección individual y elección pública local derivadas de insuficiencias en los propios mecanismos a través de los cuales se implementó el proceso. Por otra parte, el sistema de financiamiento de la educación municipalizada —se señala— ha logrado preservar la equidad en materia de disponibilidad de recursos por comuna.